Por: Ana María Triana.
En la zona central de la península de Anatolia (Turquía), se halla un lugar mágico entre formaciones rocosas, montañas onduladas y valles. Formaciones que han sido talladas por el viento, la lluvia y los cambios climáticos. Así como también, por la historia milenaria de asentamientos humanos que datan de la Edad de Bronce y que nos recuerdan a los parajes lunares.
Este lugar ubicado en una región semiárida a 750 kilómetros de Estambul, atrae a diario a miles de visitantes convirtiéndolo en uno de los destinos turísticos más atractivos del mundo. Nombrado por la Unesco como Patrimonio Histórico y Cultural de la Humanidad.
Llama la atención que en una extensión de no más de 10.000 hectáreas, se sitúen cuatro provincias (Kayseri, Aksaray, Niğde y Nevşehir) que conforman esta región. Aquí, el turismo es una de las principales fuentes de la economía. Los productores locales de cerámica, textiles y artesanías, encuentran un mercado amplio y receptivo entre los visitantes.
Una maravilla de la naturaleza
Describir a Capadocia significa dejar volar la imaginación, pues es el único lugar del planeta en el que se pueden encontrar paisajes tan llamativos, como misteriosos.
Las características geológicas de esta zona rocosa de tierra erosionada atrae por sus formas que albergan cuevas, cañones profundos, casas talladas en las rocas e iglesias y monasterios subterráneos. Construidos desde que fuese habitada por los primeros cristianos quienes se refugiaban en esta región. Entre ellas, podemos encontrar las formaciones de rocas espinadas denominadas las “Chimeneas de Hadas”, muy altas con forma de conos que se agrupan en el Valle de los Monjes y Göreme.
Capadocia considerada una maravilla de la naturaleza, impregnada por una magna riqueza cultural. En este territorio las más antiguas civilizaciones definieron su historia y hoy se constituye como uno de los lugares más visitados del mundo.
Su oferta turística incluye campings en los valles o realizar caminatas a lo largo de los cañones, además de contar con una original y auténtica oferta gastronómica.
No se puede dejar pasar la sopa de lentejas y verduras, o las variadas ensaladas con sus tradicionales aderezos con base de yogurt. Los exquisitos postres son famosos alrededor del mundo, como el Baklava elaborado con hojaldre, bañado en miel y polvo de pistacho.
El valle de Göreme
Los santuarios religiosos esculpidos por los antiguos cristianos sorprenden por su cualidad mística, conservando aún algunas pinturas e iconografías que se plasman sobre las paredes rocosas.
Muchas de las familias de la región habitan estas inigualables construcciones, las cuales también hoy hacen parte del complejo hotelero boutique del lugar. Es así como los foráneos pueden vivir una experiencia fascinante: pasar la noche al interior de la roca.
Lo que más impacta del Valle de Göreme, es la construcción de la ciudad antigua sobre las rocas en medio de las Chimeneas de Hadas.
Estas formaciones que emergen como “torreones con sombrero” son algo extraordinario a la vista. Algunas de ellas, pueden sobrepasar los 40 metros de altura, con peculiares formas que adornan el paisaje, convirtiéndolo en un paraje cautivador.
Una experiencia para no perderse
Cerca de la población de Nevsehir, en una gran explanada, se halla el campo de alzamiento de globos aerostáticos. Sobre el cual cada mañana se levantan cientos de globos de colores llenos de turistas para sorprenderlos con un nuevo amanecer sobre el Valle de Göreme.
La experiencia comienza muy temprano, ya que se aprovechan las corrientes de aire frío de la noche que se van calentando conforme avanza el día. Se inicia con un café caliente y una pequeña merienda que ofrecen las diversas compañías encargadas de volar estos exuberantes artefactos.
El silencio en el valle es sublime mientras los globos ascienden hasta casi mil metros de altura sobre las capas de roca volcánica. Desde lo alto también se vislumbran las edificaciones y las diminutas ventanas cavadas en las paredes de piedra de las profundas ondulaciones de los valles.
Contemplar el amanecer, surcado por un centenar de globos suspendidos en la inmensidad del cielo. Se sobrevuelan asentamientos como Uçhisar, así como cientos de viñedos y cultivos frutales, se convierte en un momento mágico y sereno. Definitivamente, el paisaje se presenta mejor que en cualquier postal jamás vista.
Al finalizar la experiencia, que dura aproximadamente una hora, se puede disfrutar de una copa de champagne y se recibe un certificado del vuelo.
Capadocia es un lugar ensoñador, cautivador y único en el mundo, que debe incluirse sin ninguna duda en la lista de destinos de los viajeros que buscan experiencias vibrantes e inolvidables.
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