Quizás has escuchado hablar mucho sobre esta isla griega, ¿y cómo no? Santorini es uno de los destinos turísticos más visitados. Es una isla volcánica en medio del Mar Egeo, con grandes acantilados y cúpulas azules en la que se pueden apreciar los atardeceres más hermosos.
Por: Carolina Gómez López @caro.trips
¡Te invito a que me acompañes a recorrer esta isla, que seguro vas a querer visitar!
Después de varios días de viaje por algunas ciudades de Europa y Turquía, quería escoger un lugar para descansar y relajarme, fue así como pensé en Santorini, una de las islas griegas más populares.
Quería disfrutar de las vistas al mar desde mi hotel boutique en la exclusiva zona de Oía, caminar por las calles de Thira, pasearme por las tiendas y restaurantes, y sentarme desde algún lugar a esperar el atardecer con un buen vino y música.
Oía una zona cautivante de la isla de Santorini
Llegué a Santorini en avión, pero también se puede llegar en ferry desde Atenas, tomé un taxi en el Aeropuerto que me llevó a la zona de Oía, que queda hacia el norte de la isla en toda la punta (Santorini tiene forma de Luna Menguante). Oía te cautiva con exclusivos restaurantes en la caldera, callejones y calles estrechas de color blanco con gris en las que casi siempre se tiene una vista directa hacia el mar.
Entre calles, llegué al hotel a tan solo 2 minutos caminando desde el punto donde me bajé del taxi… ¡y wow! No podía creer el hotel que había escogido. Nos alojamos en un hotel boutique llamado Cave Suite Oía, construido en pequeñas cuevas y la habitación estaba enterrada en la montaña, con una súper terraza, además de un jacuzzi privado en el segundo piso.
Nuestra habitación contaba con sala, comedor y un baño con una ducha que se podía convertir en piscina. Además, tenía la mejor vista de todo Oía. Con un vino y buena compañía, pude disfrutar toda la tarde en el jacuzzi mientras miraba el paso de botes y cruceros.
Cavoo Tagoo Santorini
Por la noche, conocí uno de los lugares más hermosos y exclusivos para ver el atardecer en Imerovigli: Cavoo Tagoo Santorini. Es un hotel y su restaurante Vezené, que está ubicado en la caldera de Imerovigli; ofrece una gastronomía griega bistró por el chef Ari Vezené. El restaurante cuenta con 8 camas en todo el frente, y mesas al interior y exterior con acceso a toda la carta para disfrutar de una de las mejores cenas al estilo griego.
Las reservas deben hacerse con mucho tiempo de anticipación, sobre todo en verano, a veces casi 2 meses de anticipación, pero vale la pena vivir esta experiencia. Tabla de quesos, vino y el atardecer más esperado, nada puede ser más perfecto.
Regresando al hotel, quise seguir disfrutando de toda el área de Oía, pues las tiendas y restaurantes están abiertos hasta las 12am o 1 am.
Una vuelta a la isla
En mi segundo día en Santorini y nos preparamos para darle la vuelta a la isla. Alquilé un carro para hacerlo con más comodidad, pero hay muchas otras opciones. Se puede alquilar un moto, cuatrimoto, Polaris, carros o camionetas. Es importante que advertir que, para el alquiler de Polaris y cuatrimotos, se requiere una licencia internacional.
Ya en el Jeep, me fui a dar la vuelta a la isla y la primera parada fue la playa roja, una de las más famosas y hermosas de esta isla. Atrae a muchas personas todo el año por sus losas de roca volcánica de color rojo y negro.
Luego de pasar un tiempo en la playa, quise visitar Fira, la capital y uno de los pueblos más concurridos de la isla. Ubicada en el centro de la isla, este pueblo cuenta con todo: restaurantes, hoteles, hostales, bares, cafeterías, tiendas, discotecas y más. Me encantó este pueblo porque es muy animado y hay muchas cosas que se pueden hacer como ir de compras, ir al viejo puerto en el teleférico o simplemente tomarse un cóctel mientras se disfruta de la vista al mar.
Después de un par de cócteles en el acantilado de Fira, decidí prepararme para mi siguiente estadía. Esta vez fue un AirBnb con piscina privada, también en Oía.
Para terminar mi estadía
Santorini es un destino muy romántico, muchas parejas vienen aquí a celebrar su matrimonio, luna de miel o tan solo darse una escapada.
En mi última noche, no podía irme sin probar uno de los restaurantes más sonados en Santorini: Pelekanos, en una terraza increíble y comida deliciosa. Ya era mi hora de regresar, pero no sin antes conocer el castillo de Oía, que quizás puede tener una de las vistas panorámicas más lindas de todo Santorini. Pude ver casi toda la isla desde este punto, además que, en el camino hacia el castillo, me encontré con muchas tiendas tradicionales griegas.
Sin duda, Santorini me cautivo, porque tiene un paisaje fuera de lo común, su geografía, sus tradiciones, su comida y muchas otras cosas hacen de esta isla un lugar acogedor y volvería sin pensarlo mil veces.
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