Susana Ochoa, creadora de Origen Doce, nos comparte su historia encantadora sobre India, desde su primera visita hasta hoy en día organizar retiros y tours a este maravilloso país. Además, nos cuenta como estos viajes la han enriquecido espiritualmente y por qué está convencida que visitar este país y llevar a otros a conocerlo también era el plan de su vida.

Por: Susana Ochoa @origendoce. Fotos: Augusto Cartagena @augustocartagenafotografo @patoniando

Dicen que antes de nacer planeamos qué aprendizajes vamos a tener durante nuestra vida. Y yo definitivamente elegí este camino para aprender. Aprender a soltar, a ser feliz por convicción propia y a disfrutar cada día como si fuera el último.

Parte de mi historia comienza el 21 de diciembre de 2012 cuando me diagnosticaron cáncer de estómago. Unas semanas más tarde, el 12 de febrero, fue la cita en la sala de cirugías y desde ese día tengo dos cumpleaños. No solamente conmemoro el día en que nací, sino también, ya hace 6 años, celebro el 12 de febrero como el origen de mi renacer de vida. De vivir viviendo de verdad, de cumplir sueños propios y ajenos, y de ayudar a otros a ser felices.

Este fue mi plan de vida, el que planeé desde antes de nacer, el de aprender a soltar, a ser realmente feliz y a compartirlo con los demás. Este también fue el nacimiento de Origen Doce.

Luego de pasar por este tornado que “movió” no solo mi interior, sino el de mi familia y amigos, decidí vivir para contar mi historia, para dar esperanza y para cambiar vidas. Y para esta última misión, India ha sido mi gran aliada.

Un sueño con mucha historia

Cuando tenía 12 años leí “Pasión India”, un libro de Javier Moro en el que relataba la historia de una española que había caído perdidamente enamorada de un Maharajá de la India y que había conquistado su corazón tal y como en las películas. Yo, con un alma romántica desde que tengo uso de razón, comencé a soñar con algún día pisar esas tierras áridas, vivir algún monzón, visitar esos palacios llenos de aromas refrescantes y obviamente estar al frente a la prueba de amor más increíble que habrá por siempre: El Taj Mahal.

Lo que nunca me iba a imaginar era que 20 años después iba cumplir mi sueño. Y no solo eso, que iba a hacerlo una y otra vez, como lo predijo una tarde húmeda en el centro de Nueva Delhi un sacerdote al leer mi mano, justo el día antes de regresar a Colombia.

Al salir victoriosa de mi enfermedad, después de haberme realizado una gastrectomía (extracción total de mi estómago), me prometí que cada día de mi vida lo iba a vivir como si fuera el último, el cliché más cierto que conozco… y así fue.

El camino que me llevó a India

Empecé a estudiar Health Coaching en IIN (Institute for Integrative Nutrition de Nueva York), pues luego de la cirugía tuve que re-aprender a alimentarme y a conectarme con mi cuerpo lo suficiente como para saber qué era lo que realmente necesitaba. Al mismo tiempo, comprendí que ese era mi camino, ayudar a las personas a llevar un estilo de vida saludable desde adentro hacia fuera, pero con un punto de vista holístico. Puedes tomarte todos los jugos verdes del mundo, pero si eres una persona tóxica, nada lograrás y en este punto India y todo lo que ésta significa ha sido mi gran aliada.

Durante mis estudios en IIN conocí virtualmente a una mexicana, que un día cualquiera nos dijo que estaba organizando un tour a la India y que aceptaba compañeros de viaje. En ese entonces, nunca antes había oído una propuesta similar, pues era poco probable que alguien a mi alrededor quisiera ir a un lugar donde se habla constantemente de pobreza, calor, caos y olores penetrantes. Y sin embargo, yo, sin conocerla más allá de la pantalla, le dije: “me apunto”.

Mi primera vez en India

Seis meses después, con muchos nervios y pensando hasta en devolverme, pisé ese aeropuerto y de inmediato supe que había llegado a un lugar especial. La alfombra de colores naranjas y rojos, la música de fondo y los gigantescos mudras en la pared de inmigración, me dieron la bienvenida y penetraron mi interior haciéndome derramar lágrimas.

Los días pasaban y yo cada vez me sentía más a gusto. Siempre fui una persona nerviosa en las calles de cualquier ciudad y difícil a la hora de comer, pero en India sentía un aire de plenitud aún indescriptible para mí. Disfruté completamente su deliciosa y nutritiva comida. Esa primera vez, sentí que había despertado de un sueño y que ese lugar era mi verdadera realidad.

Tuve una conexión inmediata con nuestro guía, un hombre joven físicamente, pero viejo en sabiduría. Durante los 15 días que duró el viaje me enseñó lo sencilla que es la vida, que ser feliz es sentir paz y que nuestra existencia está hecha de pequeños milagros. Fue así como inició una hermosa amistad y hoy en día es mi partner para cumplir deseos y recolectar momentos inolvidables en la memoria.

Antes pensaba que cuando hiciera realidad mi gran sueño de conocer a la India, iba a deslumbrarme con sus hermosos palacetes, los ostentosos mausoleos y las historias que guardaban sus paredes, pero lo que me tomó por sorpresa fue enamorarme de esas sonrisas sinceras, de esos ojos alegres, de vidas sencillas en cada persona que conocí.

Los viajes de Origen Doce a India

Hasta ahora suman 15 los tours que hemos programado a India y aunque para mí parecen pocos, pues estoy convencida de que en otra vida mis pasos caminaron muchas ciudades de este, mi segundo país, me siento muy agradecida de poder llevar un poco de la sabia vida oriental a los corazones occidentales que suelen desenfocarse constantemente de lo que realmente importa.

Es así como en Origen Doce nos hemos especializado en hacer viajes con propósito a la India. En los que visitamos ciudades como Agra, en donde se encuentra el Taj Mahal. Jaipur, con sus mercados de joyas y artesanías extraordinarias. Udaipur, la más romántica de la India. Jodphur, la hermosa ciudad azul. Jaisalmer, la increíble localidad de contrastes color dorado. Y muchas otras que nos han enseñado un poco de su cultura, su magia y que con solo pisarlas nos han regalado una paz interior que nadie logrará quitarnos jamás.

Gracias vida por haber planeado antes de nacer la misión de tocar almas.

Origen Doce programa cerca de cinco tours al año.

El próximo viaje, Conexión India, está planificado del 1 al 14 de febrero del 2023, estará enfocado en la espiritualidad y la abundancia del ser. Continúa Holi Fest para celebrar la vida y la alegría, del 25 de febrero al 12 de marzo. En el segundo semestre del año, se lanzarán varios retiros y tours, orientados hacia la espiritualidad y mindfulness. También se tiene planificado el Diwali Fest para celebrar el festival de las luces. Al finalizar el año, se realizará un último viaje enfocado en la belleza de la India, en el que se incluirá al desierto.

Conéctate con Origen Doce para enterarte de esto y muchas otras cosas más en su cuenta de @origendoce o a través de su página web.

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